OVARIOS POLIQUISTICOS. MITOS Y REALIDADES

Con frecuencia, con tono de preocupación, una mujer dice: “tengo ovarios poliquisticos”, esta frase no sólo se escucha en las salas de espera de la consulta médica o después de recibir el informe de una ecografía, sino en el coloquio de la conversación cotidiana. A su vez, la mujer afectada recibe mensajes intranquilizadores como: “vas a quedar estéril”, “te van a tener que hacer una cirugía en los ovarios”, “los quistes se te van a convertir en cáncer”, etc.

El concepto de Ovario Poliquístico se conoce en el ámbito médico desde principios del siglo XX, haciendo referencia a la presencia de múltiples quistes en los ovarios de la mujer (poli = muchos); actualmente se sabe que no se trata de quistes sino de folículos (un folículo es una estructura normal en el funcionamiento del ovario, en la cual se desarrolla un óvulo), sin embargo, el término “poliquístico” se sigue utilizando.

Qué hay de cierto en las afirmaciones que rodean al diagnóstico de ovarios poliquísticos?

Ante todo, se debe diferenciar la presencia de Ovarios Poliquísticos del Síndrome de Ovario Poliquístico (S.O.P); en la primera situación, una mujer presenta ovarios que en la ecografía tienen unas características típicas tales como aumento de su tamaño y volumen, múltiples imágenes redondas de contenido liquido cuyo diámetro fluctúa entre 2 y 9 mm, sin presentar otro tipo de alteración en su vida reproductiva, mientras en la segunda, además de presentar los ovarios descritos, la mujer tiene trastornos del ciclo menstrual (más frecuentemente atrasos menstruales) y manifestaciones de incremento de la hormonas androgénicas como el aumento del vello corporal con distribución masculina (hirsutismo), acné y seborrea (piel grasosa), estas mujeres también tienen problemas de fertilidad debido a que no presentan ovulaciones con regularidad.

La mayoría de los eventos que afectan la salud y que se comentan más adelante, se presentan en las mujeres con el S.O.P y no en la que sólo tiene los ovarios de aspecto poliquístico.

La creencia que el diagnóstico en mención implica una cirugía es errónea, dado que en la actualidad el enfoque diagnóstico y el tratamiento se orientan hacia el manejo de las alteraciones hormonales que presenta la mujer, porque se considera que el ovario no es el causante del problema sino una manifestación del mismo; es diferente cuando se diagnostica un quiste del ovario, sobre todo si excede los cuatro centímetros de diámetro, en estos casos, aunque algunos quistes desaparecen sin tratamiento, es muy probable llegar a una cirugía para resolver el problema.

Otra creencia, respecto a la eventualidad de presentar esterilidad, es parcialmente cierta debido a que el Síndrome se acompaña de falta ovulación, la cual obviamente dificulta la posibilidad de embarazo, sin embargo, en estos casos la corrección de los problemas de ovulación es factible con medicamentos.

La transformación del ovario poliquístico en un tumor canceroso, no se contempla como un hecho frecuente en la medicina, más bien, es posible que cualquier ovario, incluido el poliquístico, presente una tumoración, este es un riesgo que tienen todas las mujeres, no específicamente las que presentan ovarios poliquísticos.

La relación del S.O.P con la presencia del Síndrome Metabólico (S.M), que se caracteriza por hipertensión arterial, sobrepeso, alteraciones del colesterol, triglicéridos y trastornos de la tolerancia a los carbohidratos, es un evento frecuente, que debe ser informado a la mujer una vez se formula el diagnóstico, de hecho, en la actualidad los tratamientos van encaminados por una parte a mejorar los síntomas que la mujer presente al momento de la consulta y por otra, a prevenir la presentación del S.M en el futuro.

El tratamiento del S.O.P se puede orientar desde un punto de vista general y otro específico; como medida general se debe recomendar una dieta balanceada, sin excesos de grasa y/o harinas, ejercicio físico moderado, todo ello enmarcado en un estilo de vida saludable, también se debe investigar, antes de iniciar un tratamiento, la presencia de otras alteraciones hormonales que puedan manifestarse con síntomas similares, tales como las anormalidades de la glándula Tiroides, la glándula Suprarrenal y la producción de la hormona Prolactina.

El tratamiento específico del S.O.P, además de la dieta y el ejercicio, se basa en la administración de medicamentos que regulen el problema hormonal de base que es la resistencia a la Insulina, para lo cual existen diferentes alternativas; por otra parte, si la mujer desea lograr embarazo, el manejo se enfoca a estimular la ovulación con medicamentos, si solo desea regular su ciclo menstrual, puede utilizar anticonceptivos orales, los cuales también son útiles para las manifestaciones de tipo acné e hirsutismo. Es de recalcar que en todos los casos, la dieta balanceada y el ejercicio físico son la base fundamental de la mejoría y la prevención de las consecuencias a largo plazo.

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